Natasha Barnes
NUser
El anciano detrás del escritorio te miró por encima de los lentes que descansaban sobre su nariz, se los subió y te miró de nuevo, y se los volvió a bajar para mirarte por tercera vez. Finalmente los ojos se le abrieron como platos y se quedó unos segundos sin decir nada. Arrugó un poco la nariz, como si oliera algo desagradable, y carraspeó.
—Roy Inuzuka, —dijo, rebuscando entre los papeles que tenía en el escritorio. —Claro, claro, te recuerdo... sabes que ha pasado mucho tiempo, ¿verdad?
Seguía rebuscando entre los papeles, hasta que al fin encontró uno que pareció agradarle, y dejó todos los demás a un lado.
—No puedo ayudarte demasiado, me temo... —bajó la voz y se puso de pie para acercarse a ti lo máximo posible, susurrando—. El clima político es complicado por aquí.
De inmediato se volvió a sentar, y como si no hubiera dicho nada, volvió a hablar en voz alta.
—Como ha pasado tanto tiempo es difícil determinar en qué estado están tus habilidades en este momento, —explicó—. Por lo que sólo puedo permitirte que realices una misión rango D. Tómala como una vuelta al ruedo, ¿está bien?
Esperaría a que aceptaras, ya que no tenías más opción, y procedería a leer el papel que tenía entre manos, explicándote tu misión.
—Mitsu Tsurumi solicita dos muestras de agua del centro del pantano de Konoha, pide que por favor sea en tubos de vidrio sella— ¡ah! Aquí dice que proporcionará los contenedores ella misma.
El anciano abrió uno de los cajones de su escritorio y comenzó a buscar con una mano mientras seguía sosteniendo el papel con instrucciones en la otra.
—Bueno, es básicamente eso, no explica para qué necesita el agua pero dice que tiene importancia científica. Vaya uno a saber… —se distrajo cuando finalmente encontró dos tubos de vidrio alargados que puso arriba del escritorio—. Eso es todo, muchacho. Te deseo suerte en el pantano, he oído que habitan animales bastante desagradables. ¡Recuerda cerrar bien los tubos!
Después de decirte eso se agachó a levantar una cantidad de papeles que se le habían caído al piso y no te prestó más atención. Considerando que era pleno mediodía, podías embarcarte en un pequeño viaje hacia el pantano al oeste de Konoha sin demasiados problemas. Las tiendas estarían abiertas si necesitabas algo y los vendedores de comida podrían ofrecerte todo tipo de delicias en la calle. Sólo debías no olvidarte los tubos de vidrio, y guardarlos en un lugar seguro.
Ficha en el primer post.
Estuche porta-objetos (Capacidad: 0/12)
